Dos crónicas de viaje

"Cuando escribí las páginas que siguen, o más bien la mayoría de ellas, vivía solo en los bosques, a una milla de distancia de cualquier vecino, en una casa que yo mismo había construido, a orillas de la laguna de Walden, y me ganaba la vida únicamente con el trabajo de mis manos. En ella viví dos años y dos meses. Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente, enfrentar sólo los hechos esenciales de la vida, y ver si no podía aprender lo que ella tenía que enseñar, no sea que cuando estuviera por morir descubriera que no había vivido." Henry Thoreau, 'Walden, la vida en los bosques'

"Oía a mi cuerpo que quería irse y tenderse, pero mi cabeza no le hacía caso. Vi que aquí, al aire libre, era mucho más fácil determinar la hora. Todo aquí entendía íntimamente que el sol se estaba yendo. Hasta los halcones lo dejaban para el día siguiente. Seguí pensando que allá en el establo había alguien que me llamaba. Oía en realidad su voz y me volví a mirar. No había nadie. Me volví hacia la extensión de tierras y me pregunté hasta dónde ir. Exactamente la misma pregunta que me hice antes, cuando nadaba en el océano. ¿A partir de qué lugar empieza a ser peligroso seguir alejándose? Y comprendí que uno se lo pregunta cuando ya empieza a creer que ha ido demasiado lejos." Sam Shepard, 'Crónicas de motel'

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